Mireia Montaña
Hace unos días, la revista Time nos sorprendía incluyendo al youtuber Rubius como uno de los jóvenes más influyentes para las nuevas generaciones. A pesar de tener más de 20 millones de suscriptores, él mismo afirmaba sentirse sorprendido con esta noticia, quizás por no ser suficientemente consciente de la repercusión que ha conseguido en las redes sociales. Los nuevos medios de comunicación y las campañas que se llevan a cabo han puesto de moda una nueva palabra, los influencers, que ya se han convertido en un fenómeno del que todo el mundo habla.
La publicación Convince & Convert afirma que el gran problema que tenemos a la hora de hablar de influencers, sin embargo, es que tendemos a confundir “audiencia” con “influencia”. El hecho de que una celebrity tenga una gran cantidad de seguidores en Twitter, hará que llegue a una gran audiencia, pero eso no significa que sea influyente. Las personalidades influyentes, no sólo dan a conocer un producto, sino que impulsan a la participación del consumidor. Según Jacobo Zelada, socio de la agencia de comunicación Apple Tree Communications, los influencers no son tan valiosos como podríamos pensar, ya que “el 92% de los consumidores se fía de un brand advocate, mientras que sólo un 18% lo hace de los influencers“.
En los últimos tiempos han surgido muchos términos que nos pueden marear, ya que se parecen bastante: influencer, blogger, brand ambassador, brand advocate, etc. A menudo, estos perfiles se utilizan indistintamente; pero realmente se diferencian por el poder de influencia que ejercen, lo que hacen por una marca y el beneficio económico que obtienen. Bill Sussman, CEO de Collective Bias, consultoría de marketing especializada en utilizar este tipo de personajes, realiza la siguiente explicación de cada uno de ellos:
1. Influencers
Hay diferentes estándares que determinan la influencia de estas personas. Desde su página web hasta su estatus de celebrity. Los influencers trabajan en múltiples plataformas y se tendrá que negociar con ellos antes de realizar una acción.
Recientemente, The Economist, publicó un artículo con una estimación de los ingresos medios que obtienen los influencers. Estos varían según el número de seguidores que tienen y la plataforma desde la que publican, pero nos puede servir para hacernos una idea:
Ingresos medios de los influencers según el número de seguidores y la plataforma que utilizan. Fuente: Fuente: The Economist
Así pues, podemos ver cómo un influencer con entre 3 y 7 millones de seguidores puede cobrar, en promedio, 187.500 dólares por una acción en YouTube, 93.750 dólares por un post en Facebook y 75.000 dólares por una comunicación en Instagram o Snapchat.
Entre las tareas que realiza un influencer podemos encontrar: escribir sobre una marca que le es afín, proteger su marca personal para hacerla tan valiosa como la de las empresas a las que representa, tratar sus blogs y otros canales sociales como un verdadero negocio, y aportar confianza o transmitir una experiencia.
Fuente: Convince & Covert
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