Miquel Mariano, estudiante y maestro apasionado de la innovación en las aulas

Me llamo Miguel Mariano Pons, soy de Menorca y trabajo de maestro en un centro público de Mahón. Entre los años 1995 y 1998 estudié magisterio musical en la Universidad de las Islas Baleares y en el año 2000, poco después de haber finalizado la diplomatura, aprobé las oposiciones. De hecho, este año hace más de 18 años que enseño música a niños de infantil y primaria.

En 2010, tras unos años alejado de la vida universitaria, decidí que debía estudiar de nuevo. Por el hecho de vivir en Menorca necesitaba encontrar una universidad que ofreciera la posibilidad de realizar los estudios a distancia, y empecé a buscar. En un principio, no tenía claro qué quería estudiar, ni cómo hacerlo, así que sondeé el mercado hasta que, finalmente, encontré la UOC, una universidad líder en la educación a distancia que, además, ofrecía un abanico muy amplio de grados, postgrados y másteres, así como una gran variedad de cursos y seminarios. Desde pequeño me ha atraído mucho el mundo de la comunicación (sobre todo la radio y la televisión) y la UOC me ofrecía la posibilidad de realizar la Licenciatura en Comunicación Audiovisual. Por lo tanto, no había duda, la UOC era la mejor opción que podía elegir y me matriculé.

Algunas amistades me habían hablado muy bien de la UOC y, una vez dentro, mi percepción confirmó y superó las expectativas. El sistema de enseñanza se adapta muy bien al ritmo y objetivos de cada estudiante, el contacto con el profesorado es intenso, rápido y constante y el sistema de evaluación continua permite que cada alumno pueda organizarse de la manera que le resulte más cómoda y factible. De esta manera, trabajando día a día con constancia, me saqué la licenciatura. Casi todas las asignaturas me gustaron, algunas me interesaron más y otras no tanto, pero en general la valoración es muy buena. Ahora, así de memoria, recuerdo especialmente materias como realización audiovisual, técnicas de edición digital o derecho de la información, entre otros.

Quizá parezca extraño que un maestro decida estudiar comunicación audiovisual pero no lo es tanto. Los niños de hoy viven en un mundo completamente virtual e interactivo y la escuela no puede quedar atrás. Sí es cierto que el tema me interesaba personalmente pero en el ámbito laboral también me ha ayudado mucho. Como maestro soy un apasionado de la innovación en las aulas y gran defensor de la introducción de las nuevas tecnologías en la escuela. Tanto es así que hace un par de años decidí abrir un canal de youtube con el objetivo de compartir mis clases de música no sólo con mis alumnos sino también con el resto del mundo. A día de hoy tengo casi 1.500 personas que me siguen a través de esta red, la gran mayoría son maestros de Latinoamérica, y la cifra cada día va en aumento. Soy de la opinión que compartir contenido a través de la red hoy en día es fundamental. De este modo, el conocimiento está a disposición de todo el mundo -sin distinciones sociales ni culturales- y contribuye a construir una sociedad más justa e igualitaria.

Este año, después de un par de cursos de descanso, me he matriculado en el máster de Comunicación corporativa, protocolo y eventos. He cursado cinco asignaturas y, así, he seguido disfrutando del ambiente y el entorno académico de la UOC, que tanto me gusta. A lo largo de los dos semestres he aprendido muchos contenidos interesantes que me han vuelto a enganchar al hábito de estudio, entre los que podría destacar aspectos relacionados con el protocolo institucional, la reputación online o la comunicación estratégica y creativa.

Cuando llega el verano, después de todo un curso escolar de mucho trabajo, me toca descansar; pero, gracias a la UOC, siempre tengo ganas de volver a empezar y seguir con nuevos retos universitarios.

Ya para terminar, quiero aprovechar este espacio para animar a toda la gente que esté pensando en realizar unos estudios universitarios que se interese por la UOC. A mí, esta universidad me ha atrapado y ha conseguido que mi pasión por aprender sea constante. Casi diría que me ha cambiado la vida. Tanto es así que, ahora mismo, una de mis máximas ilusiones sería formar parte de su equipo de trabajo.